Lo primero que uno piensa es que posiblemente tengamos que parar los servicios que se sirven de los sistemas de ficheros que necesitamos mover, por mucho que los nuevos discos sean HotPlug o la SAN esté accesible.
La idea para evitar la parada es usar el LVM de manera inteligente. Para ir a lo concreto vamos a hacer el ejercicio de mover sistemas de ficheros de un disco (ej:local) a otro nuevo (ej:SAN) sin tener que detener los servicios. Ni que decir tiene que el disco nuevo (hdisk2) debe de tener capacidad para acoger lo que contiene el disco original (hdisk1).
La receta consiste en:
1.- Conectar el nuevo disco (hdisk2) y asegurarnos de que está disponible
# cfgmgr
# lsdev -Cc disk
2.- Añadir el disco al grupo de volúmenes donde están los FS (datosvg)
# /usr/sbin/extendvg datosvg hdisk2
3.- Mover los volúmenes lógicos del disco origen (hdisk1) al nuevo disco (hdisk2)
# /usr/sbin/migratepv hdisk1 hdisk2
4.- Eliminar el disco original (hdisk1) del
# /usr/sbin/reducevg datosvg hdisk2
5.- Finalmente podemos comprobar que el disco original no contiene nada o que el disco nuevo contiene los sistemas de ficheros
# lspv -l hdisk1
# lspv -l hdisk2
También se puede utilizar este método para resolver las siguientes situaciones:
- Ir a un disco con diferente nivel de RAID
- Desfragmentar el uso de un VG en varios discos hacia otra configuracion de discos deseada
- Mover el rootvg a un disco SAN. Podemos tener problemas en el boot. En otro post lo abordaremos.
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